Monumento a Perpetuidad
Conocido popularmente como “cementerio viejo” por los sanduceros, se trata del único museo funerario del país, que comenzó a construirse en 1835. El 2 de diciembre de 1881, por iniciativa del vecino de Paysandú, Luis Galán y Rocha, el cementerio, fue declarado Monumento Público a Perpetuidad.
Esta maravillosa construcción refleja en cada una de sus esculturas, la sociedad de otra época, sus valores, su representatividad social y credos religiosos. Fue declarado Monumento Histórico Nacional en 2004.